Esa cicatriz
se abre paso hasta
la inocencia.
Fotografía: Paloma Navares, "Mujer de Samurai"; 2008.
Comentario de Herman Pilier Baez: Muy bueno, es un ejemplo de cómo se debe hacer un buen Senryû; es alusivo a la humanidad, de un contenido trascendental.
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